Tuesday, May 23, 2006

ecos y ascuas
sobras
rimas que se olvidan y se esfuerzan
y se mezclan como nubes
rimas que no son mías
ecos
últimos fuegos latiendo
ascuas
sobras

(2006)
el ahora perdido en diluvios
en huellas que lavó la arena
en milagros inservibles

el embalsamado ahora de los mundos en llamas
a los que convoca el abismo
abismo de letras y sombras y voces
desde los que miro el orgullo del combate

este ahora de nadie
en el que tejo mi tiempo



(2000)
tú que sabías ese nombre solo
tú vuelta piedra y carne y piedra
que giras con el viento.

vuelve como lluvia cuando escampe
vuelve y lame mis heridas todas.

tú que llamas a la puerta y abres
y eres la que te devora.



(2002)
simbelmynë



no me dejes si me dejo
no vuelvas ni resignes
no señales.
no me olvides si me olvido
no me quieras
no me olvides.



(2003)
para el hijo de un amigo (en realidad es una canción):







a veces viene la tristeza
lágrimas o sueños que se hunden
a veces viene, algunas veces la alegría

esos dias son que cantan
esos dias son que brillan
esos dias de diciembre

a veces uno piensa que le falta
que no tiene que no sabe
que no puede o que a ver si es que este mundo lo merece a él
un poema de una amiga:






Te busco en la profundidad de cada noche,
Entre estrellas opacadas por el recuerdo,
Entre los planetas que aún giran sin saber
Que sus elipses no tienen sentido,
Que quizás no exista el reencuentro.

Te sigo pensando conmigo,
Entre páginas marchitas por la humedad de mis ojos,
Entre autores que jamás entenderán
Que ya no me importan sus conclusiones,
Que tal vez otros labios te ilusionen.

Te siento venir desde lejos,
Entre calles amargas por la hiel de la memoria,
Entre diagonales que no sospechan
Que las distancias siguen siendo abismales,
Que quizás la espera sea interminable.

Te canto aunque no puedas escuchar,
Entre recuerdos que inundan mi corazón sin latidos,
Entre versos solitarios que nunca se enterarán,
Que navegan hacia tus oídos,
Que éste es el último “te amo” que en ellos encallará.



(Carolina E. Cremonte)

Friday, May 19, 2006

en el desagüe de mis güesos
descansa la última flor del mundo.

no más repisas con fotos amarillas
no más elevadores en papel maché.

el carrusel fúnebre volverá sobre mí su rostro
espejo reflejo juzgado bajo las claras huellas del repulgue de tu alma

no más reglas de treinta centímetros.
no más gracias, muchas gracias.




(2000)
en los huesos gastados que traigo de la lluvia
el estigma escrito arrastro del deseo
condena
¿me llevas tú
o yo te llevo?




(2000)
este es el lecho desde el cual construimos tu ausencia
como una angustia guardada hasta estallar
a mis espaldas guardada hasta estallar
enmascarada en la mentira de una triste sonrisa
o de una tibia promesa tantas veces olvidada.
este es el hecho con el cual descubrimos tu angustia
que era una ausencia enmascarada en el estallido
guardado como una mentira triste estallando en la promesa
y en el olvido callado de los tibios ecos que se apagan en mi espalda.
este lecho es el encubrir de un callado olvido
prometido a la máscara turbia del eco perdido
encallado en la angustia guardada a tus espaldas
como un guardián herido de estallar sin tristeza
sonriendo a la ausencia que guarda tu estallido
clavado en mi espalda y reverberando lejos
como un aullido en ecos apagado reflejado
en la voz que no es nada cuando das la espalda
a un pez malicioso orgulloso caprichoso engalanado en vestiduras
que son los ecos de tu voz desnuda
desgranando lechos hechos o fisuras
mientras arde aún el celosamente guardado fuego
que compartimos alguna vez en noches aciagas.
este es mi estallido apagado en el eco vibrando
tal vez
aún entre las ramas partidas de tanto creerme así o aquí
mientras
todo es en ese reflejo una mentira que sin decir se transforma en hecho
envuelto en las vacías ataduras
de me cago en la poesía, Guido.




(2000)
no deseo este deseo que me asalta
esta espera que me envuelve lentamente
esta sed tan pegajosa como sombra de rinoceronte.
el hastío o la desidia
o mis ojos en blanco
o tanto miedo cansado enterrado en este cuerpo,
o una hermosa luna gris que se oculta
como si sólo fuéramos el escenario de su sueño.
no puedo deshacer esta bruma
ácida que corroe mi alma y la hace estalactita
y permanece como la eternidad o el antojo
o el deseo que no deseo desear.




(2000)
yo.
yo no soy esto que bebo
no,
no soy este yo exacerbado en la repetición de objetos banales
no yo no,
no soy eso que digo eso
que escribo en las paredes en
mi rostro mientras salmodio mi parodia.
yo no soy esta tinta china.




(2000)
Delia
la sangre ya no corre por mis venas
hay agua mineral, no sé,
hay excrementos
hay gusanos que me nombran y me asquean.
hay la noche disfrazada de oropéndula
hay rabiosos cadáveres de perros.
yo no soy el que puede salvarte nunca,
esa es mi condena.




(2000)
me acurruco y espero el grito desenfrenado,
el salto hasta el techo,
el agua entre los brazos.
los termómetros callan
el áspid se cierne
los coleópteros pasan, yo soy la brisa




(2000)
esto no es el infierno apenas
las llamas que vierte el hundirse de mis voces en el eco
en el eco aturdido saturado
de llamarte y llamarte

y llamarte.




(2000)
sobre las negras alas de la noche
se funde mi sueño de escamas
verdosas en tanto decir te quiero sin destino
sobre las negras escamas de la noche
se funde mi sueño verde de alas sin destino
en tanto decir te quiero sobre el fundido verde de las alas
el sueño escama de mi destino negro
se hace noche al decir tanto te quiero en
las pequeñas escamas verdes de la noche negra de sueños
se funden en mi destino de alas sin decir
y sin te quiero y sin el sueño de mi escama de ser
en la noche la iguana que mi negro ser
es el destino si me quiero así reptil nocturno
en las alas del sueño de mis alas



(2000)
y diciendo esto yo
ahora
volviendo a decirlo para negarme
yo
envuelto en garzas
en guiños
para decirlo sin vueltas




(2002)
las cosas que son, estas
estas cosas que son el mundo
esto que agallas, brotes, afluencias
así, siendo.

este abrupto mirar sobre las cosas
con un nombre
para ellas y para mí
mirarlas nombrando: bosque

este ser que envuelve
y sueña
esto que es
esto que mundo.



(2002)
que entre sombras acechas
como el alba en madrugada si despierto

que llevas a mis manos entre tuyas
las tuyas
frías pero suaves

que sales y entras y sabes que cada
minuto es mi vida




(2002)
y si con esto hablo
eso que digo
reverberando

esto que sale
lleva
esto que palabras envueltas
esto que penumbra sobre signos

con esto hablo
reflejos puntiagudos
herida
retazo




(2002)
esta es la ausencia desgarrada

la mano en el hecho

la ira torcida hacia donde

el alma que dispone



esta ausencia desgarrada

sombra sobre sombra

enigma o sangre

tibia sorpresa

muecas




(2002)
barco que hunde sin manos la voz en el deseo
olas
meses
silencio que amalgama el horizonte




(2002)
alma que soy en penumbras
así, entre alisos
fuente que llama y turbia
fuente que acecha.
márgenes que lejos juegan.




(2002)
alma que soy en penumbras
así, entre alisos
fuente que llama y turbia
fuente que acecha.
márgenes que lejos juegan.




(2002)
no decir nada
es decir yo
es decir esto que fluye esto
que fluye esto
que clava




(2002)

Thursday, May 18, 2006

ecos que repiten el vacío
mis pies urgidos de suela

no sé si subir esta vuelta
piden más y no les dan

inocente miro con ojos fríos
mientras muerdo con los perros
el último pan del mundo




(2001)
esta es la estrella que soy con los brazos extendidos
la cruz en la tierra
las manos dormidas
este cerco de luz apaciguada
en horas enterradas

o en hojas vacías
irme como entre juncos
quemando todo
irme dejando nada para

irme quemando el alma
irme pariendo.




(2001)
árboles partidos bifurcan el camino
sol perdido en la serena palidez del alba
elegir es destrozar las cartas
es tirar el lastre

elegir es hundir la mano en el deseo
elegir es rezar a ciegas y permanecer despierto esperando el milagro
pero no llegará

elegir es renunciar al llamado quieto de la noche
elegir es quemar las monedas de la suerte
elegir es ensuciarse




(2001)
daniel las horas me aplastan
los sueños me angustian me asfixian me atan
daniel
los días no me alcanzan
las noches
no son mías
daniel
las palabras no vienen no voy no sé dónde estamos daniel
antes creía saber ahora no sé creer nada
todo gira lentamente y apenas me muevo
todo está tan lejos más que antes o yo no sabía
tanta belleza me retiene sin saberlo
daniel
no soy el mismo y sin embargo también soy yo o soy otro o quién era
vos sabés quién era
vos daniel




(2001)
no te salvan las voces
raspadas en el
ríspido silencio
que forjas
no te manchan no te
pero pagarás el caro deshacer de los inviernos

y encontrarás la horma de tu mano




(2001)
este abigarrado encuentro que busca el cuento que una los presentes
este tan diluido espectáculo de carretas que llevan mi cadáver ennegrecido
este aburrir y mirar esas caras tan dejadas aburrir como la misma mía o tuya
este relatar y relatar como si todo fuera un transcurso lineal hacia otros vientos
y la lluvia tan aquí tan testaruda tan queriendo ser uno más de nosotros
y las horas incandescentes pidiendo permiso en mis glándulas suprarrenales
y las heces y las muecas y las tantas dádivas desperdiciadas
y saber que esto es inútil




(2001)
las dulces llamas
a daniel


I

el llanto pertrecho ennegrecido en las paredes
la tierra en fuego echado
la suerte.

parir es la noche en las manos en el hambre
en los huesos acalambrados de derrota
los ojos hundidos.

de nuevo los fuegos que nacen
los fuegos que hacen
devoran.

solas sombras en retirada solas y austeras
solos pasos sombras anegadas
llantos de fuego
la noche que brilla
los ojos que brillan la noche que fuego nace en ojos lloran nacen.

las horas suspendidas en el cielo espejo de la noche
el fuego como el agua.
















II

abierto en la extensión que dice el fuego
en la sombra más clara.
abierto a las noches que pululan estrellas que abren.

blandas las manos en el sueño suave de las olas monótonas
y la luna en retirada sobre cañones de espuma que llenan el cielo.

cicatriz de espanto en la cara de la tierra
miseria llaga latiendo en compases
desvaneciéndose.

los dulces fuegos que la abrazan
y la noche.
los últimos fuegos que la abrazan
y la noche.


























III

los muertos en la penumbra gruesa de adobe en la sangre de arrastrar a los muertos por la penumbra que se hace adobe echada en la suerte en la tierra en la desgracia echada en la magra suerte poca de las palabras a destiempo en otro tiempo sin ya la luna que fuga en luz que vuelve reflejada sin ya las horas que laten en lunas reflejadas iguales como ojos sin ya




(2001)
él, que salva la piedra y se hunde junto a nosotros.
él, que toma nuestros atajos antes y los explora con malicia.
él, que ordeña las vacas que pastan en mi conciencia.
él, que arma escenarios de viento en los que juego solo.
él, que amamanta las heridas de mi diatriba engañada.
él, que desatornilla los taburetes donde voy a sentarme.




(2001)
vuelves sobre vidrios que son rotos el mejor silencio
pero nada
y las luces no quieren estallar en brasas
las horas son cenizas
qué hiciste del fuego en tus manos?
qué nombre traerás cuando regreses?
qué hendidura se ha abierto bajo tus pies desnudos?
la luna que regresa no es la que se ha ido
lo crucemos, pues no es tan ancho
eras tú
así, madre
eras las hojas en el árbol
las luces o el destino.
eras tú y las llamas
no volverán a llevarte.



(2002)
yo soy Hréowalda, y mis caballos corren en las llanuras verdes.
yo soy el que libera las almas
yo soy las almas que libero

con las voces cubro el viento
con las voces lleno el hueco de mis manos llaguecidas

las parvas adormecidas que secan mis huesos
los mantras ennegrecidos que pueblan mi sueño.
yo soy los versos que escarnio




(2001)
y a través de
mares o barcos
sin esperanzas
o nubes
entre cantos admiro
la niebla.




(2002)
las palabras como brotes
como grietas
como risas

las palabras como balsas
como gritos

las palabras como formas que delatan
el abismo entre deseos

las palabras que abisman en el deseo

el lenguaje como forma del deseo




(2002)
la lluvia, la que caía cuando estabas en mis brazos
ésa lluvia, ésa y no otra
sólamente ésa lluvia que caía cuando estabas en mis brazos
(y evocarla es enterrar más hondo el cuchillo, como un recuerdo en la carne)
esa
digo ésa
lluvia
que no era
es o será
o sería igual a otra
ésa que invoco entre rodillas
doblado sobre mis plegarias
aterido
bajo esta
otra
lluvia.




(2002)
Elazig y el viento que lleva
toda
la tierra de mis manos

subiendo entre carros o sudores
callando entre murmullos y perros
ardiendo de fiebre como un náufrago

el río y la mugre antigua
el sol partido en la tierra

las horas que decantan
hacia el embalse




(2002)
altar en el que imploro a ciegas
y siempre a ciegas
y siempre imploro
las cosas que son, estas
estas cosas que son el mundo
esto que agallas, brotes, afluencias
así, siendo.

este abrupto mirar sobre las cosas
con un nombre
para ellas y para mí
mirarlas nombrando: bosque

este ser que envuelve
y sueña
esto que es
esto que mundo.
el que estoy
y alza esta copa
y con ademán mínimo
entrega la muerte

Tuesday, May 16, 2006

para qué entonces debatirme ahora
entre la vida y la muerte
o entre dos puertas cerradas que me laten en la mano abierta en
un puño desesperado.
para qué sentirme así, abandonado así,
desalentado por este escozor en la nuca;
para quién.
nadie viene a verme llorar cuando estoy solo
nadie sabe que vengo a lllorar para estar solo y verme
y entenderme mal
y acusarme y para qué seguir.




(2000)
esta noche de huesos,
de huesos que se ramifican como relámpagos en celo,
como la noche que hemos
estado esperando
por y por siglos;
esto que se manifiesta
entre tinieblas y abrazos
y relaciones fortuitas y ejercicios telúricos;
esto que se aleja
y está más allá y se aleja
y vive alejándose y para eso vive.
esto,
esto que somos.




(2000)
atraviesan la noche
están entre los ojos
son los que se duermen
en mi despertarse.
envían correos veloces en busca del viento
y vuelven heridos
o envenenados con saña.
ellos que han vuelto
para inventar el lenguaje
el de tal vez ahora las cosas vivas
o aquellas que hubieren escapado hacia la espesura desconcertante
que se aparece al amanecer en el cielo después de buscarlos y
estar tan solos con ellos y yo y nosotros y nosotros.




(2000)
Signo

este toque tan sutil como la muerte
que me deshace en trazos
indescifrables ecos
o alucinaciones...
este espasmo que me llega último
amordazándome las manos
desespumando mi efervescencia
de lo que fui o pude haber sido...
este anagrama que me reconstruye
en pedazos y en ausencias...
este nombre mío tan duro y solo.




(2000)
el trueno que espero entre brazos es el día de mis noches.
este es el reflejo errante de los ojos que eran en mí la sombra
pero yo soy otro al decir este y esto.
ahora crecen entre árboles y me observan, yo soy ellos.
este es el siglo de aprehender la vida
yo vine a vivirla y saldré ileso
o moriré en el intento.
¿cuántos márgenes tienen para ofrecerme?
¿cuántas calles están abiertas a mi paso deslucido?
¿será este mi sendero amarillo?

en el deseo abrasado que ahora es luz sin sombras
las llaves se entremezclan pero yo entiendo
las lluvias se solazan yo me reflejo en esto que soy
yo soy este reflejo embalsamado con sonrisas,
tal vez lo lamente en otro momento ahora soy los árboles que miro con ellos en esto
ahora soy las risas que me regalaban como dagas clavadas en la espalda
soy las clavas que me daban como rosas en espinas sin nombre
soy las flores apagadas que miraba por la ventana (cerrada)
ahora las sucias palabras de mi eco dormido en soles de angustia en
aguas de encierro y penumbra en mi ego
ahora esos escoldarios se han ido para olvidarme
yo soy otro, yo, el mismo, yo no soy otro, soy eso




(2000)
miro en la noche el espejo de mis días.
deriva de otros sueños a veces más altos pero siempre ya perdidos.
no vuelve nadie desde las huellas de mi sueño en escamas de perro bajo la lluvia y no quiero.
No!
no quiero que tus gritos tus lamentos o tus sombras arrastradas me arrastren a mirarte otra vez con estos ojos
No!
apenas este viento que se apaga en las horas de esperarte
bajo árboles desnudos que me tiemblan
bajo hojas bajo truenos
bajo estrofas heladas que me mojan como el tiempo de llorar en que me dejé perder.
No!
no hay retorno y no suplico, nada quiero nada pido, he dejado todo en los pasos que perdí
he dejado todo en los caminos que perdí
he perdido todo en buscar un solo remedio para estas horas.
he perdido todo sueño y nada es tan frágil como esto que queda de mí,
y nada es tan mentira como esto que te digo para que me olvides y me dejes ser algo más que esta sombra atada a este silencio de paredes blancas alrededor, paredes blancas, paredes blancas...




(2000)


la vida y la muerte

son un espejo opaco

la vida son tus ojos

la muerte son tu espalda

el espejo es tocarte con los ojos cerrados

(2001)